Matrix (1999) es una de esas pelis que marcaron una época, de esas que se quedaron pegadas en nuestra retina al cambiar de milenio. Durante la primera mitad, la historia se mantiene bastante fiel a las leyes de la física… hasta que todo se desmadra y los principios científicos se van por el retrete (con estilo, eso sí).
En esos primeros compases, conocemos a Neo, un programador con cara de “¿qué está pasando aquí?”, que empieza a sospechar que su realidad no es tan real como parece. Cuando Trinity y Morfeo le ofrecen la oportunidad de descubrir la verdad, Neo acepta sin pensárselo demasiado. ¿Y qué se encuentra?
Pues bien, Neo despierta en lo que parece una bañera futurista, lleno de cables y tubos, conectado a una gigantesca máquina. Estas bañeras están alineadas en una especie de caverna colosal, vigilada por unas terroríficas arañas robóticas que patrullan de un lado a otro, iluminadas de vez en cuando por algún rayo suelto.
Aquí viene el giro: esas máquinas tienen inteligencia artificial y se rebelaron contra los humanos. Antes, obtenían su energía del Sol, pero como los humanos taparon la luz solar (para ganar la guerra, cosas que pasan…), las máquinas buscaron una fuente alternativa: nosotros. Sí, los humanos como baterías.
Según Morfeo, un ser humano equivale a una batería de 120 voltios. Claro, aquí hay trampa, porque el voltaje por sí solo no nos da cuánta energía podemos extraer: falta saber cuánta corriente puede generar esa batería. Pero bueno, como él dice, eso “lo dejamos para otro año”.
Además, menciona que generamos unas 25.000 unidades británicas de calor corporal. Dependiendo de si se refiere por segundo o por año, la historia cambia bastante:
- Si fueran 25.000 BTU por segundo, estaríamos generando unos 26,4 megavatios. Con eso encendemos una ciudad pequeña.
- Si son 25.000 BTU al año, la cosa cambia: estaríamos generando solo 0,84 vatios. Vamos, que no nos da ni para un flexo.
Y ahora entra en juego la Segunda Ley de la Termodinámica, esa que siempre está fastidiando planes imposibles: no toda la energía calorífica se puede convertir en electricidad. El calor que genera nuestro cuerpo está muy disperso, mientras que la electricidad necesita energía bien concentrada. ¿Se podría aprovechar algo de esa energía corporal de forma eficiente? En Matrix parece que sí… pero la ciencia real no lo tiene tan claro. Al menos, no como fuente energética global.
Preguntas para pensar un poco más:
- ¿Qué es la energía?
- ¿Cuál es la diferencia con la potencia?
- ¿Qué crees que significan las 25.000 unidades británicas de calor corporal? Busca una definición de estas medidas. ¿Qué crees que miden?
- ¿Qué es un megavatio?
- ¿Sería posible calcular la eficiencia de un ser humano en el caso de que consuma unas 2000 kcal al día? Es decir, calcula la cantidad de energía que generaría un humano, y qué porcentaje podría aprovecharse.
- Busca en internet si es posible utilizar otras formas de energía que genera el cuerpo humano para obtener energía para dispositivos médicos.
Referencias
- Wachowski, L., & Wachowski, L. (Directoras). (1999). Matrix [Película]. Warner Bros.
- Quirantes Sierra, A. (2017). El profe de física. https://elprofedefisica.naukas.com
- Quirantes Sierra, A. (2012). Física de película. https://elprofedefisica.naukas.com